Como sucedió en el vecino Pueblo Mágico de El Oro, Tlalpujahua llegó a tener un gran auge minero. Una de sus mejores épocas también la vivió durante el Porfiriato y aun pocos años después del mismo; sin embargo, su fundación, al ser mas antigua que su vecino, hizo que existieran asentamientos humanos en pleno virreinato, lo que explica porque su arquitectura tiende más al estilo de dicha etapa histórica. Entre finales del virreinato, y hasta el otro periodo mencionado, se interrumpió su actividad minera. A pesar de ello, tanto en la abundancia como en la decadencia, los indígenas de este lugar poco vieron cambiar sus vidas de manera sustancial.
Dos historia mineras se entrelazan en el que es su principal templo, más no el único ni el mas antiguo: La parroquia o Santuario del Carmen. En Tlalpujahua, José de la Borda, el mismo minero de Taxco, llegó a prometer edificar por su cuenta el templo de esta población. Los vecinos, sin embargo, emprendieron dicha labor, no en honor de la imagen mariana que en el se venera, sino teniendo como patronos a los apóstoles Pedro y Pablo. Ambos lucen todavía de pie en la fachada. A finales de la ultima etapa de su explotación minera, los desechos generados por las minas sepultaron gran parte de Tlalpujahua, muriendo evidentemente muchos de los indígenas que quedaron bajo lo que se afirma, fue una gran masa. La primitiva capilla del Carmen, a orillas y en la parte mas baja del caserío, fue destruida aquella ocasión, pero al escarbar en el sitio, se halló relativamente intacta la pintura de la Virgen, que se trasladó desde entonces a la parroquia.
Hoy, el templo es una mezcla de estilos artísticos, pues su exterior es predominantemente barroco, su altar principal mayoritariamente neoclásico, y el resto del templo presenta una combinación de varios modelos, que van desde los dos ya mencionados, pasando por el neogótico y otros estilos, que se ha decidido denominar ecléctico. El altar mayor luce la pintura de la Virgen, que no es un lienzo, sino un muro de adobe, lo cual hace imaginar la dificultad que debió suponer el traslado de aquel bloque sin que haya sufrido prácticamente daño alguno.
La romería del Carmen se celebra en el mes de julio, teniendo como día principal, evidentemente, el 16 de julio. Es una de las dos temporadas en que se suscita el principal arribo de los visitantes a la población, quienes se dan cita a Tlalpujahua no solo en los días inmediatos a la fiesta, sino tanto el fin de semana que lo antecede, como el que acontece posterior al mismo. La otra temporada de mayor afluencia es la que va de octubre a diciembre, cuando se realiza la feria de la esfera, donde artesanos de la localidad, principalmente, venden sus obras de arte en vidrio soplado, mayoritariamente con temas navideños, aunque también de uso decorativo para cualquier otra temporada.
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