Viernes de Dolores se conoce al último viernes de la Cuaresma, es decir, el que inmediatamente sucede dos días antes del Domingo de Ramos y la Semana Santa. Era una fecha litúrgica donde antiguamente se conmemoraban los Dolores de la Virgen María, de allí el nombre. Sin embargo, debido a que no se le podía dar en muchas ocasiones un realce, principalmente festivo, la conmemoración litúrgica fue cambiada al 15 de septiembre, un día después de la otra solemnidad de la Santa Cruz. En varios lugares, sin embargo, siguió vigente la conmemoración previa a la Semana Mayor, lo mismo que la nueva fecha de septiembre. Es aquí donde nos dirigimos a Santiago Tlacotepec, localidad del municipio de Toluca.
El templo y todo lo que resguarda, lo mismo que la localidad en sí, merecen su propia mención, que guardaremos para otra ocasión. Documentando precisamente este 15 de septiembre de 2023, sucedió este hallazgo, de una especie de Altar de Dolores como los que se acostumbra en Cuaresma, con los típicos elementos, como son los cirios, las naranjas, banderines y germinados (en este caso de imitación, elaborados con papel de china) sin embargo, había algo que llamaba la atención: la ausencia de la Virgen de los Dolores.
Saliendo del templo, la curiosidad llevó a preguntar a una persona mayor que se encontraba en el atrio el porque del altar (supongo que aquella persona debe de ser un sacristán, fiscal o algún cargo similar). Me explicó lo que ya sospechaba, el altar en honor de la Dolorosa, la cual había salido en procesión por la mañana, entonces tuvieron sentido los cohetes que estallaban a lo lejos (imaginaba antes de eso que quizá eran por las fiestas patrias). Al poco rato llegaron los responsables de la imagen, que era trasladada en un tractor. Llama la atención también el hecho de ser jóvenes mujeres las responsables de portar la efigie.
Acompañaban en otro vehículo una banda de música, y tras de ellos dos hombres a caballo. Me han comentado que el 25 de julio, en las fiestas del Apóstol (aquí también se venera a Santiago) salen algunas personas locales a caballo. Esta, quizá por no ser una de las fiestas mayores del poblado, no tenía una caravana multitudinaria acompañando el recorrido. Por cierto, que a lo que se me dio a conocer, las fiestas mas importantes de Tlacotepec son: la del Señor del Calvario, la de la Santísima Trinidad y la de Santiago Apóstol, siendo la primera de ellas la de mayor importancia.
Se dio entonces el ingreso al templo, donde se colocó ahora sí frente al altar mayor la imagen de la Dolorosa. Algo que olvidé mencionar son las estampas (más bien cromos por las dimensiones de este) que a la entrada del templo se encontraban junto con una canastilla para depositar limosnas. Fue algo original puesto que al reverso se contiene el programa de las fiestas en honor de la Virgen, con algunos eventos que hablan de la relevancia que se da a esta fiesta. No hubo oportunidad de quedarse a los demás eventos, pues el tiempo apremiaba, y había que regresar a Atlacomulco, para participar de otra fiesta, la del Señor del Huerto, de la que prontamente volveremos a hablar.
A manera de cierre solo puedo decir que este también fue un Viernes de Dolores, aunque inusual e inesperado, pues fue un Viernes de Dolores en pleno mes de septiembre.
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