Como muchas cosas en la vida, todo a lo largo del tiempo no permanece inalterable, sino que sufre diversidad de cambios. En el caso de las imágenes sacras, en ellas los cambios se manifiestan a través de la modificación de su iconografía, es decir, en la forma en que estas son vestidas u ornamentadas. Con la imagen del Señor del Huerto sucede todo lo anterior, como veremos en las siguientes imágenes.
Alrededor de los años 90 nos llega esta curiosa imagen, donde el Señor porta una corona en color plateado, con un diseño diferente al actual. Por cierto, vemos corazones metálicos de gran tamaño en su túnica, otro de los símbolos característicos que llegó a tener en el tiempo.
Otra imagen de la misma época, aunque frontal. Por años fue otra de las estampas más populares.
Aspecto que tenía en 2010, poco antes de su última restauración.
Imagen actual del Señor del Huerto. Desde la última restauración pueden apreciarse sutiles tonos rosáceos en su rostro. La sangre, que en algunas partes se había perdido, ahora tiene continuidad. Para mejorar su conservación y evitar perdidas pictóricas en la imagen a causa del roce con objetos metálicos, actualmente no porta ningún milagrito, ya sea pequeño, o los corazones que se habían añadido en décadas recientes.
Exvoto o retablo al Señor del Huerto. Primitivamente parece ser que la imagen portaba una corona de espinas simple, sin "potencias", nombre que reciben los tres rayos alrededor de la corona de espinas de las imágenes de Cristo. Otro aspecto relevante es la vestimenta, que era la túnica y una capa simple.
Otro exvoto, de años posteriores. En el apreciamos que ya se asemeja un poco más a como conocemos la imagen, con la corona de espinas más semejante a la actual, ya en pleno siglo XIX.
Ya en el siglo XX la fotografía alcanzaría su irrupción hasta en los lugares más apartados del país. En esta, una de las fotografías más antiguas del Señor del Huerto, observamos como se le vestía mas semejante a la actualidad, con doble capa. Aun no se añadía el doble cíngulo, cuerda que va atada a la imagen. Vemos que además en la ropa se añadían los famosos milagritos. Existe constancia de que en ocasiones estos llenaban aún mas su indumentaria.
Años después todavía era costumbre colocar gran cantidad de milagritos a la imagen. Vemos además la cabellera lacia del Señor, que por varios años también fue otra de sus características en el vestuario.
Curiosa imagen del Señor del Huerto, donde además vemos bordados en los ropajes de la imagen. Esta fue de las pocas ocasiones en que llevó este último elemento. Por cierto, por años fue una de las imágenes más populares del Señor, de la cual existen otras dos variantes: una a medio cuerpo y otra lateral del rostro.
¿Cuáles serán otros cambios que tendrá a lo largo del tiempo?
