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sábado, 30 de septiembre de 2023

SANTO DOMINGO DE OAXACA

Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, mas conocidos como Dominicos, es un santo que naturalmente es recordado por los continuadores de su legado. En varios sitios, los templos que fundaron fueron puestos bajo su patrocinio, y en Oaxaca de hecho abundan varios de ellos. La ciudad capital del mismo nombre no podía escapar a lo anterior, y tuvo como privilegio que uno de los mas bellos edificados en su honor esté asentado en este sitio. Vayamos a conocerlo, iniciando con una breve reseña:

En pocos lugares de México es posible reconocer tal cantidad y variedad de santos como en las iglesias de Oaxaca; el ejemplo mas claro, casi una enciclopedia de iconografía cristiana, lo es el templo y ex convento de Santo Domingo, la más suntuosa iglesia del sur de México, que por sí sola podría ser considerada como una de las maravillas del país. Toda la construcción ocupa algo mas de cuatro hectáreas, y tardaron cerca de 100 años en concluirla a partir de 1570. Desde sus inicios ya despertaba la admiración de los viajeros; un monje la describió en 1626:

El convento de la orden de Santo Domingo lo es mas rica que todos los otros, porque su tesoro vale más de tres millones, siendo la iglesia el edificio mejor y más hermoso de toda la comarca… y las paredes de piedra tan gruesas que se han visto andar por encima las carretas cargadas de piedra. El convento de Santo Domingo funcionó como el centro evangelizador de toda la zona mixteca y zapoteca, además de ser sede de la Universidad Dominica de Antequera y dar cursos de artes y oficios a los indígenas.

El edificio principal era la iglesia, decorada con una alta fachada que tiene como motivo central a San Hipólito y Santo Domingo sosteniendo la iglesia, y arriba de ellos tres esculturas renacentistas que aluden respectivamente a las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. Una vez que se entra al templo, en la bóveda que sostiene el coro se puede ver el árbol genealógico de Santo Domingo de Guzmán con más de 100 personajes modelados en estuco. Sobre el coro, la bóveda está adornada con las imágenes de otro centenar de santos y mártires pertenecientes a la orden dominica. 

A un lado de la entrada, las imágenes de las vírgenes de la Ascensión [sic] y el Rosario resguardan el paso a la capilla del Rosario, con un impresionante retablo dorado y una cúpula adornada con los 12 apóstoles, ocho profetas y los cuatro evangelistas. Cerca de 40 escenas bíblicas adornan la nave principal del templo, y en las esquinas de su bóveda, rodeados por intrincados adornos, se representan a los cuatro papas dominicos, y a los lados de las ventanas a los patriarcas de la Iglesia: Santo Domingo, San Pablo, Santo Tomás y San Francisco. Por si fuera poco, hay muchos otros santos e imágenes en el altar principal, las capillas y paredes del templo.

Mas de 30 templos centenarios han logrado sobrevivir a los estragos de los sismos y revoluciones; muchos de ellos fueron reconstruidos varias veces y sus interiores resultan austeros, predominan en ellos el estilo neoclásico de fines del siglo pasado. Pero también han sobrevividos algunas joyas coloniales dignas de mención; entre las que se destacan están los lavaderos del ex convento de Santa Catalina de Siena, la fachada barroca del templo de San Francisco, con un estilo que se asemeja a las iglesias del Bajío; los retablos y altares dorados de San Felipe Neri, Santa María de las Nieves, la Defensa y San Agustín, todos de primera calidad pero apenas una muestra de la enorme riqueza que alguna vez tuvieron dentro de sí las iglesias oaxaqueñas.

González de la Vara, F; (2002) Maravillas de México IV Herencia novohispana. México. Editorial Clío.

Existen, indudablemente, una cantidad inagotable de elementos por comentar de este templo, tan solo en lo que como tal es la iglesia, pues no se puede omitir la variedad que también ofrece su exconvento. Comenzando por la entrada principal, dos alegorías, la de la fe, con los ojos cubiertos, y la esperanza, con un ancla en la mano, flaquean el acceso principal.


No solo conviven santos en el templo, sino también los padres fundadores de esta orden en la región. Uno de ellos, Jordán de Santa Catalina, que de hecho aparece con frecuencia en los relatos de la Virgen de Juquila, pues una de las leyendas del origen de dicha imagen refiere que fue este predicador el que llevó la pequeña efigie hasta esas zonas serranas de Oaxaca. Hoy luce también casi a la entrada del templo.



El retablo principal, lo mismo que varios de sus laterales, lamentablemente no son los originales, esto debido a que tras la independencia de México, los dominicos fueron exclaustrados. El templo tuvo varios usos, entre ellos caballeriza, lo que llevó a que parte de su patrimonio fuera destruido en esos lapsos del tiempo. Cuando fue reabierto al culto público, se emprendieron acciones para recuperar su patrimonio. Aun hay fotografías antiguas donde apreciamos los primeros retablos cuando se reabrió como iglesia. Un retablo con intenciones barrocas pero con estilo neoclásico ocupó el lugar central de manera poco afortunada. Mas decente era un baldaquino que en la parte central se construyó.


Hoy podemos apreciar la mano de artistas locales principalmente en los dos retablos laterales al presbiterio. Se puede inferir su modernidad pues en uno de ellos el lugar central lo ocupa San Martín de Porres, santo que aunque del período de dominación hispánica en América, fue canonizado hasta el siglo XX. Igualmente, la figura de San Juan Diego aparece en otro de los retablos, el de la Virgen de Guadalupe, este santo, sabemos, fue reconocido como tal hasta 2002. De gran mérito es igualmente el púlpito del templo.






Igualmente, artistas locales han intervenido en otras partes del templo. Un pasillo, que sirve como acceso de la entrada lateral, tiene en uno de sus lados un relieve con los Mártires de Cajonos, santos de esta entidad oaxaqueña y que también fueron indígenas. Del otro lado, el papa Juan Pablo II, que visitó este estado, siendo Santo Domingo uno de los sitios donde llegó a registrarse su paso por tierras mexicanas.



Este templo aún resguarda mucho, pero el tiempo como siempre juega en nuestra contra. Habrá de terminar de recorrerlo en otra ocasión, pues todavía faltan varios sitios de la ciudad de Oaxaca.

jueves, 28 de septiembre de 2023

OAXACA: LA IGLESIA DE LA SOLEDAD

Como pocas, Oaxaca es quizá una de esas capitales que a pesar de todo aún conserva cierto aire provinciano. Esta entidad sin lugar a dudas es de las más ricas en cultura e historia, no por nada cuenta con una de las zonas arqueológicas más importantes de México: Monte Albán. Igualmente, mucha de su gastronomía es considerada Patrimonio, y de hecho la ciudad es Patrimonio de la Humanidad junto con el sitio anterior. Este sitio es inagotable por recorrer, ya sea de manera regular, o bien, en los días de fiesta, principalmente julio con las fiestas de Guelaguetza, el Día de Muertos y las dos temporadas vacacionales de diciembre y Semana Santa. A propósito de esta última, hoy nos detendremos en la Iglesia de la Soledad, y nos acompañaremos de una descripción de este y otros sitios.

Las huellas de la rica pero accidentada historia de la ciudad de Oaxaca se muestran principalmente en su arquitectura, adaptada a las difíciles condiciones sísmicas. Aun las casas mas humildes eran construidas con gruesos muros de adobe y rojizos techos de teja, y aunque en su gran mayoría son de un solo piso, la solidez de las paredes, las grandes puertas y las altas ventanas enrejadas, dan cierta impresión de grandeza. Mejor construidos, los edificios públicos y religiosos resultan imponentes a pesar de su modesta altura: gruesos contrafuertes (a veces de varios metros de espesor), pequeñas y macizas torres, cúpulas achatadas y reforzadas, bóvedas de cañón reforzadas y muros de cantera, descrita en 1660 como una “piedra blanca que tira a ver algo, muy sólida y tan blanda que se puede labrar con un cuchillo”.

Sin poder tener la audacia arquitectónica de otras ciudades, pero con una cantera de primera calidad, la ornamentación de los templos se utilizó principalmente en las fachadas. En las iglesias más importantes se labraron elaborados marcos que mas parecen encajes de piedras, dentro de los cuales eran colocadas imágenes de santos o escenas alusivas a la vida y muerte de Jesucristo. Los mejores ejemplos de la cantería oaxaqueña pueden verse actualmente en la fachada de la basílica de La soledad, que muestra entre sus nichos y columnas a más de 20 santos, además de las escenas centrales dedicadas a la Virgen al pie de la Cruz y a la Asunción de María.







Otras fachadas notables del siglo XVIII son las de los templos de San Agustín, San Felipe Neri, El Carmen Alto, así como la amplia portada de la catedral, en donde hay varios marcos con imágenes de santos y escenas de la historia de la Iglesia y pasajes bíblicos, además de columnas y lienzos de pared cubiertos con complejos motivos barrocos. González de la Vara, F; (2002) Maravillas de México IV Herencia novohispana. México. Editorial Clío.


Siguiendo con las impresiones del templo mismo, ahora ya desde esta autoría, ingresamos al templo mismo, que aunque de modestas dimensiones (si así puede considerarse) no deja de ser importante para los oaxaqueños. Este es uno de los tres recintos religiosos más importantes de la ciudad, y dependiendo del punto de vista de la persona, podría ser el primero. Si somos estrictos, jerárquicamente lo Sería la Catedral, seguido de La Soledad, y finalmente Santo Domingo. Si hablamos de riqueza artística, comenzaríamos por el último y en seguida los anteriores, y si se apela a la devoción y significación popular, La Soledad sería quizá la encabezante de la lista.

Nuestra Señora de la Soledad es la Patrona de la ciudad de Oaxaca, y compite estatalmente en importancia con la Virgen de Juquila. La leyenda de su origen atribuye que fue hallada en un cajón de paradero desconocido, que sobre una mula iba en compañía de unos arrieros, los cuales se detuvieron frente al templo, entonces iglesia de San Sebastián. Al abrir la caja, se encontraron piezas en madera que permitían ensamblar una imagen de la dolorosa, con las cuales se mandó esculpir la Virgen. Ello aconteció un 18 de diciembre, fecha que se sigue tomando como el día para conmemorar y festejarla anualmente.

En el interior de la que oficialmente es una Basílica, se encuentran diversas obras artísticas de todos los tiempos. Una de las mas modernas y poco mencionadas es una pintura mural que en la capilla del Santísimo se encuentra dentro del templo. Otras obras de gran mérito son las pinturas que en sus muros cuelgan, algunas esculturas, entre ellas unos ángeles, típicos en varios templos oaxaqueños, y su órgano barroco. Afortunadamente aún se conserva también el púlpito y unos retablos laterales.






Había pasado la Semana Santa. Encontramos aún al llamado "San Ramos", una representación de Cristo sobre un burro, que recuerda la entrada a Jerusalén el Domingo de Ramos. Otra imagen de gran importancia es el Señor del Rescate, serena imagen de Cristo prisionero, que poco refleja los ultrajes de la Pasión. Sale a las calles de la capital en los días de la Semana Mayor. Hasta hace pocos años, la imagen original de la Virgen de la Soledad salía el Viernes Santo para el pésame en la Catedral la tarde noche del mismo día. Entonces lucía bajo palio, vestida sobriamente sin ropajes bordados, con la corona de espina y los clavos en las manos. Hoy, una réplica es la que se conduce en dicha fecha.



Lateralmente al templo, tras pasar por un patio, ingresamos al museo de la Virgen. Es lamentable que no se permitan fotografías en su interior, pues aunque pequeña, la muestra resulta interesante por su patrimonio artístico. Hay lienzos antiguos de la imagen, esculturas en capelos de vidrio, ropajes bordados que antiguamente usó la Virgen, lo mismo que coronas y joyas, la réplica que mencionamos anteriormente y la inigualable colección de exvotos, algunos todavía del período virreinal. De internet obtuvimos el siguiente, donde también aparece la Virgen de Juquila.

Saliendo por la única puerta lateral del templo, también encontramos un espacio para cirios, la fachada lateral, y algunas otras imágenes. Nos vamos de La Soledad, pero no de Oaxaca, pues queda mucho por recorrer.