El resto del año, Santa Cruz es una localidad relativamente pacífica, donde la principal actividad se concentra en torno a la carretera, pero al subir hacía lo que podría llamarse el centro del poblado, vemos que las calles a pesar de evidenciar poca o nula arquitectura antigua, aún presentan un ambiente mas bien de pueblo que de colonia suburbana o algo similar. Es de notar que la orografía del poblado es un tanto accidentada, pues nos encontramos ya en una zona de cañadas. De hecho puede ascenderse a unas colinas cercanas, donde se asegura, existen restos arqueológicos de la época prehispánica, que no obstante, poco han sido explorados.
El principal monumento histórico que actualmente se puede apreciar de este poblado es, como en muchos sitios, su templo o capilla, puesto que por las dimensiones del mismo, en realidad es una pequeña construcción, que evidencia cierta influencia barroca y neoclásica, aunque manejada con bastante sobriedad, lo mismo que su retablo, con un aspecto un tanto neogótico. Hay que señalar que a pesar de la sencillez del templo, vemos dos altares laterales, hoy ciertamente en desuso, pero que nos hablan de que quizá el templo si llegó a tener cierta relevancia para los pobladores.
La mayor parte del templo permanece cerrado, y es solo durante los oficios eucarísticos cuando podemos admirarlo. En días de fiesta también puede visitársele, como es el día de Corpus, al que corresponden la mayor parte de fotografías de esta publicación. El atrio, espacioso aún, también permanece cerrado casi todo el tiempo, aunque hay días en la semana en que por las tardes se llevan a cabo ensayos de un ensamble musical de niños y jóvenes, los cuales interpretan piezas populares, lo mismo que cantos litúrgicos para las celebraciones del templo en los días importantes. Algo interesante del atrio es su cruz atrial, que presenta los símbolos de la Pasión de Cristo, y que con mas razón no podía olvidarse, mas siendo que la cruz misma es titular de la parroquia.
Por cierto, el crucifijo que se venera en el templo, es la única pieza que evidencia una antigüedad ya varias veces centenaria, pues el resto de imágenes del templo parecen ser de manufactura mas moderna, algunas rebasando apenas los cien años de antigüedad. Muy cerca de este poblado se puede llegar pie a la vecina localidad de Santa María Tianguistenco, que sobresale por estar su templo sobre una loma. Esta edificación sigue más o menos los mismos parámetros artísticos que Santa Cruz, aunque con mejor desarrollo, en el sentido de que el inmueble es mas espacioso, lo que permitió un mayor aprovechamiento del lugar. En su altar mayor vemos una interesante pintura de la Asunción de María, quizá procedente todavía del período virreinal.
Es así como termina el recorrido brevísimo por dos templos de la municipalidad de Tepotzotlán. Y ciertamente hay otros con mayor patrimonio e historia en la comarca, como lo es San Mateo Xoloc, con su retablo aún mas manierista que barroco, y por ello mas antiguo. No hubo oportunidad de recorrerlo. Pero esta deuda la saldaremos con creces al visitar otra de las iglesias más esplendidas de este municipio: Santiago Cuautlalpan.
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