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miércoles, 20 de septiembre de 2023

SANTIAGO CUAUTLALPAN, LA LOCALIDAD JACOBEA DE TEPOTZOTLÁN

Si hay un tema que personalmente me fascina, y que en el blog ha predominado casi desde un inicio, este sin lugar a dudas es el jacobeo, es decir, aquel relativo a Santiago Apóstol y todo lo que ello conlleva, ya sea desde sus orígenes en la lejana Galicia en España, hasta lo local, aquí en México, tanto el país como el Estado. Por azares del destino, el pasado 25 de julio tuve la oportunidad de estar presente en una de las localidades donde se da culto a este santo, y presenciar parcialmente algo de lo que se realiza el día de su solemnidad, no así de la fiesta principal, que habitualmente se realiza el domingo mas cercano a esta fecha, costumbre que en la municipalidad de Tepotzotlán suele ser la norma, y que aquí, en Santiago Cuautlalpan no deja de ser la excepción.
A pesar de habernos alejado del núcleo mas urbanizado de Tepotzotlán, nos encontramos con una mayor actividad en este poblado, en contraste con Santa Cruz y Santa María, poblaciones de las que ayer hablábamos. Sin embargo, ello no quiere decir que esta localidad no sea tranquila, por el contrario, existe cierta esencia rural en el lugar, que sin lugar a dudas tiene su mejor ejemplo en una de sus tradiciones, que es la cabalgata realizada en torno a las fiestas del patrono. Las calles, por su parte, lucen uno de los típicos adornos en honor a Santiago, la combinación de blanco y rojo.
Al llegar a una explanada contigua al templo parroquial, puesto que es cabecera de la anterior jurisdicción eclesiástica, vemos que se ha instalado un templete donde oficia la celebración principal del día el sacerdote. Hay que aclarar que la plazoleta no pertenece como tal al conjunto sacro, pues es verdaderamente una especie de plazoleta, con su quiosco, donde por cierto ya se ubicaba una banda que interpretaría melodías al final de la celebración litúrgica. A pesar de ser un día entre semana, se veía cierta presencia de asistentes, en parte porque a diferencia del año anterior, los cursos escolares ya habían finalizado la semana anterior.

El acceso al atrio se realiza por diversas puertas que se sitúan en los muros de su barda perimetral. Como en muchos lugares, aún conserva la arboleda típica de los atrios mexicanos. Esto permite imaginar como lucía quizá el atrio de Santiago Acutzilapan, en los tiempos en que también contaba con esta característica. Afortunadamente, Cuautlalpan todavía se precia de tener estos quizá ya centenarios especímenes de ciprés (el árbol, no la estructura arquitectónica) y otras especies más. Todo lo anterior, combinado con la sobriedad de su fachada, nos hacen viajar en el tiempo, a esa época donde todo transcurría con mayor lentitud y calma.



La sobriedad de la fachada es compensada con la portada floral que en estos día luce el templo parroquial. Es de destacar que todo enteramente está elaborado con flor natural, que aunque blancas principalmente, han sido teñidas de diversos colores, lo que da como resultado un gracioso (en el sentido de alegre) monumento efímero que ya se está volviendo característico de este lugar en años recientes, según se nos comenta. El montaje de está obra se realizó desde la víspera, y debía de estar para poco antes del regreso del patrono, que el día 24 había salido a recorrer el poblado, acompañado de vecinos a caballo.


El interior del templo es de lo más digno de verse, y es una joya desconocida por muchos de quienes visitan el municipio de Tepotzotlán. Lamentablemente, Álvarez Noguera, el autor en quien nos hemos apoyado en varias ocasiones recientes, no dejó constancia de este templo. En el libro Indios y Cristianos, de Araceli Campos y Louis Cardaillac, estos autores por alguna extraña razón también omitieron hacer mención de este lugar. Es de aclarar que estos últimos documentaron en dicha obra gran parte del culto jacobeo en México, lo mismo que algunas particularidades de la mayoría de localidades que en el país veneran a Santiago. Por lo anterior, esta vez nos limitamos a hacer una descripción del inmueble mas por percepción propia.
El templo es espacioso, mas que el de Santa Cruz, similar quizá a Santa María pero menor en comparación con la Parroquia de San Pedro, en la cabecera municipal. Luce, sin embargo, de entre todos sus tesoros artísticos, el retablo barroco original. Por la información que en la red se puede encontrar, este fue elaborado por uno de los artistas que colaboraron en los retablos del hoy Museo Nacional del Virreinato. Sin embargo, llama la atención el nivel del suelo en que se aprecia está la mesa del altar original de este retablo, muy por debajo del nivel del actual presbiterio, dejando abierta la duda de si estamos sobre la altura original del suelo en dicho templo.




El retablo luce esculturas de San Joaquín y Santa Ana en el nivel central, flanqueando tanto a Santiago Peregrino, que se encuentra en el nivel inferior central, lo mismo que una escena que representa a Santiago Matamoros. Otros santos mas se representan a lo largo del retablo. Es curioso que Santiago Peregrino esté totalmente vestido de rojo, y que solamente su bastón sea un elemento que nos permita saber que es el mismo santo ya mencionado. En el resto del templo vemos otras obras que lo representan, como son un relieve un tanto popular, así como un lienzo que representa la aparición de la Virgen del Pilar, leyenda que cuenta como el propio Santiago fue quien vivió dicho acontecimiento.


En el interior también se encontraban varias réplicas de Santiago a caballo. Nuevamente vuelven los recuerdos de la lejana Acutzilapan, con sus muchos Santiagos: los tres de la parroquia, los dos de camioneros, el de chalmeros y los dos de la peregrinación a Atlacomulco, sin olvidar los que domesticamente se veneran ¿Estos Santiagos en el pueblo de Cuautlapan también pertenecerán a varios grupos? Fue un dato que se olvidó investigar estando en aquel sitio. Los fieles se acercan y dejan alguna veladora, limosna, y las típicas cañas de maíz, que por estos días ya están espigando.

Saliendo nuevamente a la explanada, ya concluida la celebración eucarística, dos imágenes más de Santiago, las titulares de la Parroquia, aún permanecen en el espacio donde se celebró la misa. Están a poco de ser trasladadas de nuevo al interior del recinto, para nuevamente interpretarse mañanitas en su honor. Desde la media noche del 25 de julio han recibido dicha ofrenda, junto con el repique de campanas y el estallido de cohetes. Pero la fiesta aún no ha acabado. Se celebraría el siguiente domingo con gran lucimiento. Tocaba no obstante, volver de nuevo a casa, a espera de otra ocasión para conocer ese otro día de celebración. Adiós Tepotzotlán, queda mucho por conocer de tu municipalidad.
Y una última imagen: el Señor del la Caña, que nos recuerda al Señor del Huerto ¿Acaso la nostalgia en ese 25 de julio al estar lejos de Acutzilapan?

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