Ya varias veces se ha hecho mención de la afición que por el tema relativo a Santiago Apóstol se tiene en este blog. Esta afición jacobea viene porque propiamente pertenezco a una de las muchas localidades que en México tienen como titular a este Santo. En una investigación realizada por Araceli Campos y Louis Cardaillac, ambos mencionan que de hecho un aproximado de 700 poblaciones en México lo veneran. Una de ellas es Santiago Tuxtla. En su libro Indios y Cristianos, dan una descripción de casi todas las localidades jacobeas de México, que en esta ocasión parece oportuna para ilustrar un poco acerca de este sitio:
En la parte central de Veracruz se encuentra Santiago Tuxtla. Antes de la conquista española, la zona estaba dividida en tres señoríos: Ixcalpan, Cuetlaxtlan y Toztla (Tuxtla), que durante el reinado de Axayácatl fueron sometidos al imperio azteca. Por aquellas costas navegó la expedición de Grijalva en 1918. Los primeros señoríos se sometieron a los españoles en 1519 y Tuxtla, en 1522.
Dice Peter Gerhard en su libro que “Cortés consideró a los indios de toda el área de la costa del Golfo como vasallos personales suyos”, razón por la cual se los asignó a sí mismo en encomienda. La caña de azúcar fue introducida por los españoles y que hasta ahora se cultiva en grandes cantidades. El conquistador supo apreciar la riqueza de estas tierras, por eso, muy cerca de Tuxtla, en 1525, instaló una hacienda azucarera.
La población indígena era muy densa cuando llegaron los españoles, pero, como sucedió en otras partes, muchos murieron a causa de las epidemias y gran cantidad de poblados quedaron sin habitantes. Los esclavos negros, acostumbrados a los trabajos pesados, fueron llevados a trabajar en los cañaverales. Pronto descollaron del resto de la población, al grado de que en 1806, en Tuxtla, la mitad de sus pobladores eran negros y mulatos.
La iglesia de Tuxtla tiene una imagen ecuestre del Santo. Se dice que data de 1712 y que fue donada por el rey Felipe IV. No parece muy antigua: su caballo evoca los caballitos de los carruseles infantiles. Se cuenta que la cabalgadura original se cambió; la sustitución, imposible de comprobar, es un tópico de las leyendas mexicanas.
Otra de las leyendas que se cuenta en Tuxtla es que la imagen del Apóstol estaba en el cerro al poniente de la ciudad. De paso rumbo a las Higueras, Cortés ordenó trasladarla a la convergencia de dos ríos, en lo que hoy es el barrio del Marqués, nombre que se le puso en memoria del conquistador.
Los franciscanos se encargaron de la catequización de los tuxtleños. En la fiesta patronal se baila la danza de moros y cristianos y se hace una procesión con caballos adornados con cintas de colores. En 1664 hizo erupción el volcán san Martín, por lo cual la antigua población debió trasladarse a su actual emplazamiento. Santiago Tuxtla adquirió la categoría de ciudad en 1950 y en su escudo de armas se incluyó la espada de Santiago.
Campos, A. Cardaillac, L. (2007) Indios y cristianos Como en México el Santiago español se hizo indio. México. El Colegio de Jalisco. Universidad Nacional Autónoma de México. Editorial Itaca.
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