Había mencionado al cerrar el serial de Valle de Bravo que sin embargo volvería a mencionarlo en algún momento. Hoy, con desfase de dos días, nuevamente toca abordarlo, pero ahora relativo a la festividad titular de la Parroquia de su cabecera, que es la de San Francisco de Asís, cuya festividad titular se realiza el 4 de octubre. Toda la anterior documentación se realizó durante la víspera, el día 3.
Según el relato local, los padres franciscanos en los primeros años de la recién fundada San Francisco del Valle de Temascaltepec, que era el nombre inicial del poblado, llegaron trayendo consigo una imagen de su santo fundador. El camino, a pie en ese entonces, era dificultoso, como es de imaginarse en esa época. La noche cayó cuando ya estaban por llegar los franciscanos al poblado, es aquí donde tiene origen una de las principales tradiciones de Valle de Bravo durante la festividad, pues los habitantes, según una versión, salieron con faroles para ver pasar a la imagen, mientras que otra versión refiere que los anteriores colocaron dichas lumbreras en el camino que recorría la efigie.
Ante lo anterior, se adoptó la costumbre de recordar este episodio durante las fiestas, colocando dichos faroles en las calles, balcones y casas de los pobladores, los cuales se elaboran con dos aros de madera recubiertos de papel china de colores, dando como resultado unas coloridas y curiosas lumbreras, tradicionalmente iluminadas por velas, aunque en años recientes también se recurre a iluminación eléctrica. Así, las calles de Valle se llenan de un singular encanto adicional al que de costumbre tienen sus calles.
La víspera se realiza con cierta sobriedad. El templo esta abierto este día, y muy tenues luces iluminan el interior, dotando el templo de un aire solemne. Los fieles y curiosos ingresan al templo. La imagen peregrina porta un farol de estos. A sus pies ya hay varios cirios que dejan los devotos.
Al exterior, la banda toca algunos temas populares. La gente deambula por las calles y el jardín central de Valle. El castillo se ha instalado. Es modesto en comparación con el que al día siguiente, 4 de octubre, se quema en honor del patrono. Contrasta y complementa todo esto la iluminación con motivo del día de muertos, que ya se hace presente desde estos días.
Al fin llega la hora de la quema de pirotecnia. Las luces cierran el espectáculo. Habrá que esperar al día siguiente, donde se tiene el paseo de mojigangas, el evento más esperado de esta fiesta, lo mismo que otras actividades en el centro de la cabecera municipal, como son concursos de palo encebado, lanzamiento de globos de cantolla, música, y el cierre con la pirotecnia, todo en un ambiente de celebración. Habrá de documentar el día grande en otra ocasión, pues por este año no hubo oportunidad.
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