Los días de fiesta muchas veces son la ocasión perfecta para conocer los pueblos, barrios y comunidades de nuestro país, entre otras cosas, por el hecho de ver el decorado que efímeramente decora los muros y naves de las iglesias en tales sitios. En el caso de San Antonio Enchisi, municipio de Atlacomulco, Estado de México, así fue aquella ocasión.
Al ingresar sin embargo a su templo antiguo (existe otro más espacioso y moderno al lado de este) es posible percatarse que no se requiere asistir en días de fiesta para ver profusamente decorado el recinto, pues desde 1943 este siempre luce un colorido particular, según menciona una leyenda a un costado de la entrada del temploEste colorido en particular, sin embargo, al parecer fue una característica muy común en varios templos de la región, pues a poca distancia, en el poblado de Chalchihuapan, la Parroquia presenta las mismas características. Igualmente el templo de San Francisco Tepeolulco, en Temascalcingo, presenta un decorado en sus muros. Existe evidencia de que alguna vez también la Parroquia de Santa María de Guadalupe, en Atlacomulco, llegó a presentar policromía en sus murosPero dejémonos ya del pasado, y disfrutemos mejor las vistas que aún nos ofrece el templo de Chalcihuapan en el presente.
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