El Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán es uno de esos sitios que sí o sí merece la pena visitarse al menos una vez en la vida. Y es que cada rincón de este espacio remite al esplendor de esta etapa histórica, a pesar de lo que seguramente debió haber costado a muchos lograr tal suntuosidad (y no solo en el aspecto económico).
Sin lugar a dudas, el mejor exponente de todo lo anterior dentro del Museo, son sus diversos retablos barrocos, y es que aunque no todo lo que brilla es oro, no por ello se puede negar su mérito como joyas auténticas de uno de los períodos artísticos que más ha marcado la historia de México. Pero que mejor sean las imágenes por sí mismas las que hablen.
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