Siguiendo con el menú de Toluca, momentáneamente por su parte centro, nos detenemos con uno de sus inmuebles mas singulares: El cosmovitral. Muchos quizá conocen la historia, por lo menos una buena parte de quienes son mexiquenses, pues al menos en alguna ocasión le habremos escuchado mencionar a nuestros mayores esos tiempos en que este espacio fungía todavía como mercado, que de hecho fue la función principal que tuvo tal edificación. Veamos un poco de su historia antes de recorrerlo.
El edificio que hoy ocupa el museo del “Cosmovitral, Jardín Botánico”, comenzó a ser construido el 22 de febrero de 1909, con la finalidad de conmemorar el centenario de la Independencia de México y albergar el mercado municipal de Toluca. El ingeniero mexiquense Manuel Arratia la diseñó y la Compañía Fundidora de Aceros Monterrey se hizo cargo del armazón metálico. Debido al estallido de la Revolución Mexicana y otras eventualidades fue inaugurado hasta 1933. En 1975 sus locatarios fueron reubicados a dos nuevos mercados. El Cosmovitral fue reinaugurado el 5 de julio de 1980, sin embargo, adoptó su forma definitiva en 1990, cuando se completó la colocación del vitroplafón.
Las siguientes dos imágenes presentan como era el aspecto alrededor del cosmovitral, con algunos puestos en días de tianguis, así como las casas que frente a él se ubicaban, en el espacio que hoy ocupa el Parque de la Ciencia Fundadores. Por último, una fotografía de su interior cuando aún era un establecimiento mercantil.
Como se ha mencionado párrafos arriba, en la actualidad su interior alberga un jardín botánico, con una muestra de especies principalmente mexicanas, aunque también algunas mas de otros lugares. Son interesantes por ejemplo sus estanques con peces koi, ambientados precisamente con una ornamentación que remite a la filosofía asiática. Nos recibe en la entrada el mural del "Hombre sol", distintivo indiscutible del lugar.
Un órgano corona la sección dedicada a las catáceas. Se echan de menos las fichas descriptivas que nos señalaban las especies que podíamos apreciar. Sin embargo, aunque ello se ha sacrificado, cabe mencionar que hoy el jardín goza de un aspecto mayormente estético que el que ya de por si tenía.
Mención aparte merecen la serie de vitrales que le dan el actual nombre a este inmueble, que representan el cosmos. Vemos esa dualidad del día y la noche siempre en constante lucha. Allí están búhos luchando contra el águila real, cuerpos humanos contorsionándose. El movimiento de los elementos es continuo.
Monumento a Leopoldo Flores, quien ideó el programa artístico de estos vitrales. Nos despedimos de este espacio, pero no de Toluca. Queda mucho por ver de su arquitectura maravillosa, tanto en el centro como en sus alrededores. Toluca la Bella apenas nos está comenzando a deslumbrar.
La reseña y algunas de las fotografías antiguas fueron tomadas de:http://edomexinforma.com.mx/cosmovitral-jardin-botanico/#:~:text=El%20Cosmovitral%20fue%20reinaugurado%20el,procedentes%20de%20todos%20los%20continentes.
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