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lunes, 2 de septiembre de 2019

MÉXICO, PAÍS DE PILONCILLO Y CANELA

Iniciamos el mes con un muy agradable, más que agradable, un dulce artículo, que esperamos deleite su retina como estos dulces al paladar.
Muchas cosas caracterizan a las ferias tradicionales de nuestro país: los juegos mecánicos, los puestos con productos elaborados en barro y todavía algunos juguetes tradicionales de madera. Pero sin lugar a dudas uno de los más coloridos elementos de una feria mexicana es el puesto de dulces. Los hay de todos tipos, colores y sabores, hay dulces, hay picantes, hay agridulces, etc.
En la Época Colonial es fundamental, sobre todo a mediados de este siglo [sic] que se empieza a dar el mestizaje culinario; mediante la fusión de productos locales y extranjeros se modificaron todos los hábitos alimenticios, por este motivo se crearon los dulces que conocemos en la actualidad. Es en esta época se introduce la caña de azúcar, especies como canela, nuez moscada, anís, clavo y ajonjolí. (Moreno 2013)
Debemos destacar que además muchos de estos dulces tienen un proceso de elaboración complejo, pues no solo buscaba satisfacer una necesidad alimenticia, sino que además era una forma de pasar el rato, en una época donde no existían cosas como la radio o la televisión, y mucho menos el internet y sus distintas aplicaciones.

Fuente: Moreno R., A. M.(2013) Dulces Mexicanos. México. pp. 5.

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