En vísperas del día de Corpus muchos seguramente estarán hablando de la clásica historia de los diversos animales de carga que llegaban anualmente a la Ciudad de México durante la celebración del Corpus Christi. No abundaremos mucho en esta historia pues ya es mas del dominio publico que un dato curioso.
Caso distinto es El Parían, un mercado que en su tiempo estuvo situado nada mas y nada menos que en el mismo centro histórico de la Ciudad de México, esto en las inmediaciones de lo que hoy conocemos como el zócalo. Pero mas que la presencia de las mulas el día de corpus, encontramos por ejemplo en el libro Los mercados de la Plaza Mayor en la Ciudad de México lo que sigue:
[...]una vez que las autoridades novohispanas recibieron permiso de la corona para obligar a los indígenas a mantener bien abastecidos a los vecinos de la ciudad, tanto la Audiencia como el Cabildo se dedicaron a atraer a los productores regionales, restringiendo la movilidad de los productos, fijando los precios e imponiendo su forzoso traslado y venta en la capital, para que los víveres llegaran al público de « primera mano ».
El Parían fue en su tiempo entonces uno de los más importantes mercados de la Ciudad de México porque sirvió de abasto para los productos, principalmente los extranjeros, como los venidos de la Nao de China, y como casi todo en la época, no podía quedar exento de la participación en los eventos de la religión durante la época. Es así que su funcionamiento de algún modo fue responsable de una tradición única en la festividad del Corpus en México.
Fuente: OLVERA RAMOS, Jorge. II. El mercado de bastimentos o los « puestos de indios » In: Los mercados de la Plaza Mayor en la ciudad de México [en línea]. Mexico: Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, 2007 (generado el 10 juin 2020). Disponible en Internet: <http://books.openedition.org/cemca/548>. ISBN: 9782821827912. DOI: https://doi.org/10.4000/books.cemca.548.
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