Indiscutiblemente dentro de las tradiciones que en los días previos a la Semana Santa se realizan en diversas partes del mundo se encuentra el llamado rezo del Viacrucis, es decir, la meditación del camino desde el pretorio hasta el calvario, siendo de este último que se origine que en diversos pueblos y ciudades antiguas se encuentre algún lugar designado como el calvario, generalmente en una loma o cerro de dichos sitios (aunque existen excepciones, como en Santiago Acutzilapan, del cual hablaremos en otro momento).
En las estribaciones de lo que antiguamente se conoció como la calle de Guanajuatito, hoy Rafael Favila, se encuentra el Calvario de Atlacomulco. Este lugar que además sirve como camposanto conserva una serie de cruces con una numeración distinta cada una, que corresponden al Viacrucis precisamente. Se sabe que antiguamente en el cerro de la cruz existía también un viacrucis al que era tradicional realizar estos rezos, sin embargo, de este otro viacrucis más céntrico desconozco si se tiene una costumbre en particular.
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