La Semana
Santa se realiza de diferentes maneras no solo en espacio sino también a lo
largo del tiempo. Uno de estos casos es la cabecera municipal, Atlacomulco,
cuya conmemoración de la Semana Mayor era muy distinta a como se realiza en la
actualidad. En el libro “Atlacomulco, sus fiestas, tradiciones, costumbres y anécdotas”
de Antonio Corral Castañeda, el autor hace una pausa para relatar cuales fueron
antaño estos oficios.
Lunes Santo: Se dedicaba a las almas
del purgatorio. El párroco celebraba la misa por el eterno descanso de los
fieles difuntos de la parroquia.
Martes Santo: Este día se dedicaba al
Señor del Huerto. Tanto la misa como el rosario se llevaban a cabo en su
santuario y había un encargado de estipendiarla.
Miércoles Santo: Día que estaba
dedicado a la devoción del Señor del “Aposentillo”. La misa y la hora santa se
celebraban en el templo parroquial y solo una persona estipendiaba la misa con
la ayuda de otro compañero. Se colocaba por la tarde la imagen del Señor Padre Jesús,
con los ojos vendados. Cuando el coro entonaba un cantico religioso después de
cada misterio del rosario, un grupo de niñas vestidas de ángeles le ofrecían flores
a la Santa Imagen. A este ejercicio piadoso asistía mucha gente.
Jueves Santo: Por la tarde, a las 16
horas se hacia la ceremonia del Lavatorio de pies y se predicaba el Sermón del
Mandamiento Nuevo. En el templo parroquial se celebraba, a las 18 horas, una
solemne misa con una asistencia sumamente numerosa, pues en ese tiempo acudía
mucha gente de los pueblos vecinos. Por la noche los adoradores nocturnos
celebraban una de las vigilias más solemnes.
Viernes Santo: Este día daba comienzo
a las 10:30 horas, la ceremonia piadosa de las Tres Caídas, que se efectuaba en
el atrio parroquial con las imágenes del templo (se hacía un recorrido dentro
del mismo atrio). Existía una mesa preparada especialmente para que en los
sitios predeterminados se realizaran las caídas con la imagen del Padre Jesús.
Siempre acompañaban la imagen del Señor la Dolorosa, Magdalena y San Juan. Un
niño hacía de Cirineo y una niña de la Verónica. Enseguida se procedía a la Crucifixión
y a las Siete Palabras. Terminaba todo esto como a eso de las 1:00 de la tarde
y después, a las 3:00 de la tarde daba principio la ceremonia del Oficio Litúrgico
de este día (Adoración de la Cruz). Terminado el oficio venia el Sermón del
Descendimiento y el Santo Entierro, concluyendo con esto las actividades del
día.
Sábado Santo: Este día, como es alitúrgico,
no se hacía nada, solamente viacrucis personales o en pequeños grupos. Por la
tarde, a las 19 horas, se efectuaba el piadoso ejercicio del Pésame, acto al
que todos asistían vestidos de negro. El rosario se rezaba en el altar mayor,
donde estaba la Santa Cruz y la imagen de Nuestra Señora de la Soledad; se
recitaba el ejercicio piadoso de la Corona y el sermón era sobre la Soledad de
Nuestra Señora. A las 10:30 de la noche se daba principio a la solemne
ceremonia de la Vigilia Pascual, con la bendición del fuego y el Cirio Pascual.
Domingo de Resurrección: Se realizaban
cuatro misas en el templo parroquial, como todos los domingos. La misa de las
11:00 horas era la de función de la Pascua de Resurrección, y por la tarde se
llevaba a efecto un rosario solemne con una plática y la procesión del Santísimo.
Fuente:
Corral Castañeda, A. (2015) Atlacomulco,
sus Fiestas, Tradiciones, Costumbres y Anécdotas. Toluca, Méx. Pp. 57-58.
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