En la ciudad de Querétaro,
en pleno centro histórico, se encuentra en el cruce de las calles Francisco I.
Madero e Ignacio Allende sur una antigua fuente conocida como la Fuente de
Neptuno. Esta magnífica fuente anteriormente se ubicaba en el lugar que hoy
ocupa el monumento a la Corregidora de Querétaro, siendo trasladada
posteriormente a su actual emplazamiento.
En su libro Los Cristos de Querétaro, Anaya Larios
nos menciona un relato que resulta llamativo, el cual gira en torno a la escultura
de Neptuno en la mencionada fuente:
Se dice que era tal el
sentimiento cristológico de los queretanos al final del virreinato, que en
1797, al inaugurarse la fuente publica encomendada por el Ayuntamiento al
arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras, el escultor Juan Izguerra. Encargado
de realizar la figura del dios de lis mares, dada la premura del encargo, tomó
la imagen en cantera de un Nazareno, a la que le modifico la posición de los
brazos y manos, y trocando la corona de espinas por una de laurel, nos legó un
Neptuno muy singular. Una escultura que está más cercana en expresión,
proporción y actitud, a un Cristo a la columna, que a la deidad pagana (Anaya
Larios, 2017).
Por último, aclarar que la
actual escultura en bronce no corresponde a la original, ya que la original se
encuentra en el edificio de la
Delegación Centro de la Presidencia Municipal. Esperemos poder conocer en otro
momento esta escultura, de la cual se ofrecerá un análisis en su momento.
Fuentes:
Anaya
Larios, José R., (2017). LOS CRISTOS DE
QUERÉTARO., Querétaro, México. Librería Diocesana.